Si eres un emprendedor y estas por abrir y has decido incluir la tecnología en tu negocio. Sabrás que además de llevar la administración y tareas empresariales, también deberás cumplir con tus impuestos.

La contabilidad es una actividad que se debe llevar con seriedad dentro de una empresa, abarca situaciones como: auditorias, presupuestos, impuestos, administración, etc. además lleva el control de los ingresos y egresos de una empresa.

Dentro de las actividades de la contabilidad, está el pago de los impuestos. Estos son requisitos instituidos por la ley y deben pagarlos tanto personas físicas como morales.

Para ser un empresario exitoso tendrás que desarrollar habilidades que no necesariamente tienen que ver con capacidades técnicas. Más allá de eso, habrá que desarrollar aptitudes personales que hagan que tu empresa crezca, al mismo tiempo que tu lo haces.

Como empresario debes tener presente que el emprender un negocio quiere decir aprendizaje constante. En ese sentido, no puedes confiarte y pensar que ya sabes todo lo que tienes que saber para construir y desarrollar tu empresa.

Se puede pensar que la productividad de una empresa está ligada a las largas horas laborales, o con estar disponible la mayor parte del día para las actividades empresariales.

Pero esto no es así, por supuesto que estar disponible e invertir horas al trabajo se tiene que hacer; pero eso no garantiza un aumento en la productividad.

Por otro lado, también se puede caer en la idea que, para que tu empresa crezca necesitas empleados más capacitados, que también es verdad. Pero el trasfondo es uno mismo, y la manera que se tiene de desempeñar cada actividad dentro de la empresa.

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) impone a todos los contribuyentes, sea cual sea su giro o tamaño de la empresa, a emitir y recibir facturas electrónicas; así como a conservarlas y validarlas.

Es importante poner atención en la validación de las facturas que recibimos y las que emitimos, ya que la veracidad de las facturas aseguran que se haga una reducción a los impuestos. Además, nos evita ser víctimas de fraudes y tener algún problema con el SAT.